Sagrado Corazón de Jesús

JUNIO ha sido proclamado como el mes dedicado al SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, para que oremos con fervor y entrega. 



La devoción al Corazón de Jesús existió ya en los primeros tiempos de la Iglesia, cuando se meditaba en el costado y el Corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua. De ese Corazón nació la Iglesia y por ese Corazón se abrieron las puertas del Cielo. La devoción al Sagrado Corazón está por encima de otras devociones porque veneramos al mismo Corazón de Dios. 

 

Cuenta la historia que el 16 de junio de 1675, el Hijo de Dios se le apareció a Santa Margarita María de Alacoque y le mostró su Corazón rodeado de llamas de amor, coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y, del interior del mismo salía una cruz.
Santa Margarita escuchó al Señor decir: "he aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres recibo ingratitud, irreverencia y desprecio".

El 8 de mayo de 1873 la devoción al Sagrado Corazón fue formalmente aprobada por el Papa Pío IX, y 26 años después, el 21 de julio de 1899, el papa Leon XIII recomendó urgentemente que todos los obispos del mundo observaran la fiesta en sus diócesis. 



Consagración de las familias al Divino Corazón de Jesús
¡Divino Corazón de Jesús! henos aquí postrados ante vuestra Santa Imagen,
 con los sentimientos del reconocimiento más profundo por todos vuestros beneficios,
 y del más ardiente amor por vuestra inefable bondad.
Nosotros os consagramos, ¡oh Divino Rey!
 por medio del Corazón inmaculado de María y ...... Continua leyendo

Al Corazón de Jesús, herido por nuestro amor, venid, adorémosle.

 Jesús, puesto en pie, exclamó en alta voz: «El que tenga sed que venga a mí y que beba.

Hijo mío, entrégame el corazón y acepta de buena gana mi camino

ORACIÓN:
Unidos al Corazón de Jesucristo, que latió de amor por el Padre y por cada uno de nosotros, digamos confiadamente:

Padre nuestro...

ORACION

Te pedimos, Dios todopoderoso y eterno, que, al celebrar la grandeza del amor que resplandece en el corazón de tu Hijo, recibamos de esta fuente divina gracias cada vez más abundantes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
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Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús


La Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús se celebra el viernes posterior al segundo domingo de Pentecostés. Después de la fiesta de Jesús Sumo y Eterno Sacerdote y seguido  el sábado se celebra el Inmaculado Corazón  de María. La devoción al Corazón de Jesús existió ya en los primeros tiempos de la Iglesia, cuando se meditaba en el costado y el Corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua. De ese Corazón nació la Iglesia y por ese Corazón se abrieron las puertas del Cielo. La devoción al Sagrado Corazón está por encima de otras devociones porque veneramos al mismo Corazón de Dios.  ..... continuar leyendo...


MIRARÁN AL QUE ATRAVESARON, EN TI ESTA LA FUENTE VIVA

De las obras de San Buenaventura, obispo /Opúsculo 3, El árbol de la vida 29-30.47

Y tú, hombre redimido, considera quién, cuál y cuán grande es éste que está pendiente de la cruz por ti. Su muerte resucita a los muertos, su tránsito lo lloran los cielos y la tierra, y las mismas piedras, como movidas de compasión natural, se quebrantan. ¡Oh corazón humano, más duro eres que ellas, si con el recuerdo de tal víctima ni el temor te espanta, ni la compasión te mueve, ni la compunción te aflige, ni la piedad te ablanda!... Continuar leyendo 


Encíclica HAURIETIS AQUAS, sobre el culto al Sagrado Corazón de Jesús
Innumerables son, en efecto, las riquezas celestiales que el culto tributado al Sagrado Corazón infunde en las almas: las purifica, las llena de consuelos sobrenaturales y las mueve a alcanzar las virtudes todas. Por ello, recordando las palabras del apóstol Santiago: «Toda dádiva, buena y todo don perfecto de arriba desciende, del Padre de las luces» [2], razón tenemos para considerar en este culto, ya tan universal y cada vez más fervoroso, el inapreciable don que el Verbo Encarnado, nuestro Salvador divino y único Mediador de la gracia y de la verdad entre el Padre Celestial y el género humano, ha concedido a la Iglesia, su mística Esposa,...Continuar leyendo

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