Espiritismo y "Nueva Era"

Esta tomado del documento de la Iglesia "Jesucristo portador del agua de la vida"

Encantamiento: tiene que haber un ángel (asi esta subtitulado en el documento)  
Uno de los elementos más comunes de la espiritualidad de la Nueva Era es la fascinación por las manifestaciones extraordinarias y en particular por los seres paranormales. Las personas reconocidas como médiums aseguran que su personalidad es poseída por otra entidad durante el trance, un fenómeno de la Nueva Era conocido como «  channeling » (canalización), en el cual el médium puede perder el control de su cuerpo y de sus facultades. Algunas personas que han sido testigos de estos acontecimientos no dudarían en admitir que las manifestaciones son efectivamente espirituales, pero no proceden de Dios, a pesar del lenguaje de amor y luz que suele usarse casi siempre... Probablemente sea más correcto referirse a ello como a una forma contemporánea de espiritismo, más que a una espiritualidad en sentido estricto.

El espiritismo, santería, brujería, adivinación, astrología, horóscopo, todo es obra del diablo, o pura mentira o falsificación, que también es obra del "padre de la mentira": Hec 16:16-18, Hec 19:19, Deu 18:10-12, Isa 47:13-14.

2117 Catecismo de la Iglesia Católica:

Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar las potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo -aunque sea para procurar la salud-, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro o recurren a la intervención de los demonios. El llevar amuletos es también reprensible. El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legitima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo.
Otros temas de la Nueva Era

ESPIRITISMO
La Biblia prohíbe terminantemente toda relación con los espíritus que no sean de Dios, de sus ángeles o de sus santos, porque no podéis beber el cáliz del Senor y el cáliz de los demonios. No podéis tener parte en la mesa del Senor y en la mesa de los demonios: (1Co 9:21) No se puede ir a la iglesia en la mañana, y después a la la bruja, o al hechicero o a que le lean la palma.
1- Es algo muy malo: Porque quien va al hechicero, rechaza a Dios. El que va a la bruja, al adivino, al astrólogo, al santero, al espiritista, ¡rechaza a Dios, y abraza al Diablo!: (Isa 2:6, 1Co 9:21, 2Re 17:17, 2Re 21:6).
Quien usa amuletos, rechaza a Dios; el que usa collares de santería, o azabaches, o monicongos, o elefanticos, o la una de la gran bestia, o el colmillo de marroquí, o la patazola, o el duende, o los signos del zodíaco, esta "rechazando a Dios, y llamando al Diablo".
2- Dios abomina estas cosas, en Deu 18:9-14, dice Dios que aborrece, que le dan asco, los que se dedican a la adivinación, magia, hechicería, encantamiento, brujería, espiritismo, astrología, horóscopo. ¡Sé puro ante Yavé! termina diciendo, porque Dios, como cualquier enamorado, no quiere corazones compartidos con otro, sobre todo si ese otro es Satanás. Dios aborrece a los que buscan al brujo, al astrólogo, al espiritista, al mago, al santero, etc.
3- Dios castiga terriblemente.
- A los astrólogos, o los que usan el horóscopo, o los signos del zodíaco, les dice que serán "quemados" como paja consumida al fuego, por el poder de las llamas. (Isa 47:13-14).
- Todo el que vaya al brujo, al astrólogo, al adivino, se "prostituye", y dice Dios: Yo me volveré contra él, y lo exterminaré de en medio de su pueblo: (Lev 20:6).
- En Lev 20:27, Yavé, en persona, ordena que sean muertos, matados a pedradas. Caiga su sangre sobre ellos.
- A Saúl le quitó su Reino, por consultar un adivino: (1 S. 27).
- A Elimas, el mago, lo dejó ciego, en Hec 13:8-11.
4- Quítate los amuletos, los tuyos y los de tu hijito, porque los signos del demonio se usan para alabar al demonio e invitarlo a que venga a nuestros corazones.
- Haz lo que los de Éfeso, que cuando se lo explicó Pablo, quemaron todos los libros que trataban de brujería, espiritismo, hechicería, horóscopo. por valor de 50.000 monedas de plata: (Hec 19:19).
- Arrepiéntete, como hicieron estos de Éfeso, y como le dijo Pedro al Mago Simón, en Hec_8:9-24, y nunca más leas libros de hechicería, ni veas programas en la televisión de astrología, de Walter Mercado, de adivinos. nunca jamás vayas al brujo, ni al santero, a que te lean las cartas o las manos. y ¡por amor a tu hijo!, quítale esos azabaches, y amuletos y monicongos. y en su lugar, invita a Dios y a sus santos a que vengan a su corazón, poniéndole medallas de Jesús, de la Virgen, de los Santos, el escapulario del Carmen. ¡Invita a Dios y a sus Santos, a que vengan y protejan a tu hijito, no invites a Satanás y a sus Demonios a que vengan a él y lo destrocen!: 5- No temas a brujos, ni encantadores: Si Jesús está en tu corazón, tú tienes más poder que todos los demonios juntos: (1Jn_4:4); y no te pueden ni tocar los encantamientos, ni los trabajitos de los brujos, ni la magia negra. Si estás con la Virgen María, ningún maleficio te puede ni tocar, porque donde está la Madre, está el Hijo, y los demonios le tienen horror hasta al nombre bendito de "Virgen María".
6- Véncelos, con Cristo en ti: No sólo no les tengas miedo, sino ¡véncelos!, en tu vida, en la vida de tu marido e hijos, y en la vida de tus vecinos. Cristo les dio a sus discípulos el poder de "expulsar los demonios, y de sanar a los enfermos": (Mat_10:1-8). Y en Mar_16:17-18, nos dice que las "senales" de que se es "creyente en Jesús", son que "expulsamos a los demonios" y que "sanamos a los enfermos". ¡usa tu poder!, el poder que te dio el Senor, y expulsa en tus vecinos los demonios de las drogas, del alcohol, del juego, de la prostitución, de la homosexualidad, de la enfermedad, los demonios de la incomprensión, de los celos, de las envidias, de los chismes.


Haz lo que Pedro, que le dijo al Mago Simón que se "arrepintiera", en Hec_8:22-24, y así lo hizo el mago. O como Pablo, que expulsó el espíritu de adivinación de la pitonisa en Hec_16:16-18, ¡y el mal espíritu se salió de ella en el nombre de Jesucristo!.
Diccionario Bíblico Cristiano
Dr. J. Dominguez