Novena de la Sangre de Cristo




LA SANGRE DE CRISTO -Alabanzas a la Sangre de Cristo-
Nunca me imaginé el poder de la sangre de Jesús, yo acepté entrar en la bendición. Descubrí que por la sangre de Jesús derramada en el calvario podía acercarme con confianza a Dios para conseguir bendiciones para mi vida.

Esta novena o la Sangre de Cristo, por si misma, no tiene un mero poder mágico, se necesita de parte nuestra, que tengamos Fe, que aceptemos y declaremos a Jesús, Señor de todas las áreas de nuestra vida, iniciando un sincero proceso de conversión, reconociendo que soy pecador, con sincero arrepentimiento, después de haber hecho un buen examen de conciencia, habiendo prometido no volver a pecar, me acerco al sacramento de la confesión, con el sacerdote, para confesar los pecados cometidos y recibir la absolución y así volver a estar en gracia de Dios.

Jesús ha venido para romper las cadenas, para liberarnos de toda esclavitud, con su Sangre preciosa, nos limpia de todo pecado y nos sana integralmente.
Contenido


ORACIONES PARA TODOS LOS DIAS

ORACIÓN DE PERDÓN (Efesios 1,7)
Me apropio de la palabra que dice que hay redención en su sangre. Señor quiero que tú en esta hora me redimas, perdóname por alejarme de ti con mis actitudes; quiero abandonar esta vida que he llevado hasta hoy; me acojo a la promesa que dice: «Pero si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces hay unión entre nosotros, y la sangre de su hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado» 1 Juan 1, 7.
La sangre de tu Hijo Jesucristo me limpia de todo pecado por eso reconozco que soy pecador y me arrepiento de todas las faltas cometidas hasta hoy, séllame con tu sangre, retira de tu presencia toda maldad que haya cometido ante ti haciendo lo que no te agrada, gracias por tu sangre liberadora. Amén.

ALABANZAS A LA SANGRE DE CRISTO
Jesús, autor de nuestra salvación.
-¡Bendita sea tu preciosísima Sangre!
Jesús, que diste tu sangre en precio de
nuestro rescate.
-¡Bendita sea tu preciosísima Sangre!
Jesús, cuya sangre nos reconcilia con
Dios
-¡Bendita sea tu preciosísima Sangre!
Jesús, que con tu sangre nos purificas a todos
-¡Bendita sea tu  preciosísima  Sangre!
Jesús, que con tu sangre limpias nuestras
culpas.
-¡Bendita  sea tu preciosísima  Sangre!
Jesús, por cuya sangre tenemos acceso a
Dios.
-¡Bendita sea tu preciosísima  Sangre!
Jesús, que nos da tu espíritu cuando bebemos
tu sangre.
-¡Bendita  sea tu  preciosísima  Sangre!
Jesús, con cuya sangre pregustamos las
delicias del cielo.
-¡Bendita sea tu  preciosísima  Sangre!
Jesús, que con tu sangre fortaleces nuestra
debilidad
-¡Bendita  sea  tu  preciosísima Sangre!
Jesús, que nos da tu sangre en la eucaristía
-¡Bendita sea tu preciosísima Sangre!
Jesús, cuya sangre es prenda del banquete
-¡Bendita sea tu preciosísima Sangre!
Jesús, que nos vistes con tu sangre como traje del reino
-¡Bendita sea tu preciosísima Sangre!
Jesús, cuya sangre proclama nuestro valor
ante Dios
-¡Bendita sea tu preciosísima Sangre!



ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA
Virgen María, tú que viste fluir del cuerpo de Jesús la sangre bendita con que Jesús tu Hijo me compró y ofreció para el perdón de mis pecados. Tú, Bendita Virgen María que sentiste un dolor muy grande por la sangre que vertió toda su cara, por la sangre que brotaba en todo su cuerpo, por los latigazos recibidos, esa sangre que brotó de sus manos y sus pies cuando traspasaron los clavos, esa sangre que brotó de su costado, cuando le atravesaron la lanza. Por esa sangre te entrego todas mis preocupaciones para que unidas al dolor tuyo y de Jesús alcance la Gracia que espero de ti por tu intercesión (entréguele sus peticiones).

ORACIÓN DE LA SANGRE DE CRISTO
Señor Jesús, en Tu nombre y con el Poder de Tu Sangre Preciosa sellamos toda persona, hechos, o acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño.

Con el Poder de la Sangre de Jesucristo sellamos toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en los abismos del infierno y en el mundo en el cual nos moveremos hoy. Con el Poder de la Sangre de Jesucristo rompemos toda interferencia y acción del maligno. Te pedimos Señor Jesús que envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo a la Santísima Virgen acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael y toda su corte de Santos Ángeles.
Con el Poder de la Sangre de Jesucristo sellamos nuestra casa, todos los que habitan en ella (nombrar a cada uno de ellos), las personas que el Señor enviará a ella, así como a los alimentos y a los bienes que El generosamente nos envía para nuestro sustento. Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, paredes, pisos y el aire que respiramos y en fe cubrimos con su Sangre toda nuestra familia.
Con el Poder de la Sangre de Jesucristo sellamos los lugares en donde vamos a estar este día, las personas, las empresas o instituciones con quienes vamos a tratar (nombrar a cada una de ellas).

Con el Poder de la Sangre de Jesucristo sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los negocios de toda nuestra familia, los vehículos, las carreteras, el aire, las vías y cualquier medio de transporte que vayamos a utilizar. Con Tu Sangre Preciosa sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes y dirigentes de Nuestra Patria a fin de que Tu Paz y Tu Corazón reinen en ella. Te agradecemos Señor por Tu Sangre y por Tu Vida ya que gracias a ellas hemos sido salvados y somos preservados de todo lo malo. AMEN.

ORACIÓN DE SELLAMIENTO

Yo (N.N.) me coloco a los pies de Jesucristo y me rindo a su Señorío, me ato a su santa voluntad, me amarro con los lazos infinitos de su misericordia, abro mi corazón de par en par para que penetre e invada todo mi ser.

En el nombre de nuestro Señor Jesucristo muerto y resucitado yo clamo y reclamo su preciosa Sangre sobre mí, sobre mi familia, sobre mis bienes espirituales y materiales. Yo sello mi corazón para que con tu Sangre preciosa sea limpiado de odios, resentimientos, temores, angustias, soledad, tristeza, dolores y todo sentimiento negativo.

Yo (N.N.) sello mi espíritu en la sangre preciosa de Jesús. Yo (N.N.) sello mi alma en la sangre preciosa de Jesús, Yo (N.N.) sello mi mente y voluntad en la sangre preciosa de Jesús. Yo (N.N.) sello mi pasado y mi presente en la sangre preciosa de Jesús. Sello con la sangre preciosa de Jesús a mis hijos (nómbralos) para que ante el sello poderoso de la sangre de Jesús huya toda fuerza del mal. Aplico la sangre de Jesús sobre mi casa, los que habitan en ella. Derramo la sangre de Jesús en mi trabajo o negocio para que queden sellados y ninguna potencia del maligno pueda hacerme daño. Amén.


ORACIÓN BAÑO DE SANGRE
Jesús, salvador nuestro, presenta al Padre esa sangre tuya que, en virtud del Espíritu Santo derramaste por nuestro amor. Purificarnos de nuestros pecados en el baño de esa Sangre sagrada, esperamos alcanzar por ella la gracia que estoy pidiendo a través de esta novena (presenta tus, peticiones). Amén.

ORACIÓN AL SEÑOR JESÚS
Señor Jesús, dame de beber del torrente de tus delicias.
Tu Sangre preciosa apagará mi sed.
Tu sangre preciosa me lavará de toda mancha.
Tu sangre preciosa me robustecerá en mi debilidad.
Tu sangre preciosa me asegura la vida eterna.
¡Señor bendito seas por esa sangre que derramaste por mí!
En la Eucaristía me das tu sangre sagrada para que me embriague de gozo celestial.

GOZOS
CORO: ¡Oh! adorable Sangre de Jesús limpia mi mente y mi corazón. Rompe cualquier atadura que impida mi bendición.
Hoy me cubro con tu sangre y sello todo mi ser, líbrame del hambre y de cualquier escasez.  CORO...
Tu sangre tiene poder, tu sangre sana mi ser, tu sangre protege todo mi ser. CORO...
Ven  sangre  redentora,  transforma hoy mi hogar quiero ser liberada de toda influencia del mal. CORO...
Rocíame Jesús con tu Sangre redentora. Te entrego todas mis deudas para alcanzar así la victoria sobre cualquier atadura que me aflige y me destruye trayendo sobre mi vida toda clase de amarguras. CORO...
Fluye sangre redentora, fluye sobre mi vida, apartando de mi (negocio, casa) toda fuerza opresora que no me deja dormir ni tampoco ser feliz. CORO...
Tú sangre redentora destruye toda maldad hoy te pido que me ayudes en esta necesidad. CORO...
Hoy te pido que construyas las áreas afectadas en mi vida pasada, sanando en mí las heridas que dejaron como cascadas una fuerza de amargura de tristeza y de dolor. CORO...
Tu sangre es fuente de poder y liberación por ella fuimos limpiados para obtener bendición. CORO...
Sangre de Cristo precio de rescate, sello que nos marca, la garantía que tú nos entregaste. Con esa sangre preciosa hoy quiero que en esta angustia que tengo, vengas a ayudarme. CORO...


PRIMER DÍA
El primer paso para obtener la victoria en tu vida es aceptar la obra redentora de Jesús.
Efesios 1, 7: «En su gran amor, Dios nos ha liberado por la sangre que su hijo derramó y ha perdonado nuestros pecados».


Cuenta Libardo que él nunca se imaginaba que la sangre tuviera tanto poder y un día que estaba muy deprimido con deseos de morir invocó-la sangre de Jesús para que viniera sobre él. Fue algo sorprendente porque sintió como si algo se arrancara de su pecho y su corazón se llenó de gozo, desde ese día su vida cambió.


SEGUNDO DÍA
Debemos relacionarnos con lodo lo que nos rodea con la creación, con nosotros mismos, con los que están alrededor, con nuestros familiares etc.
Colosenses 1,20: «Y por medio de Cristo quiso poner en paz consigo al universo entero, tanto lo que está en la tierra como lo que está en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz».

Cuenta Maritza que ella era una persona muy resentida, peleaba por todo, tenía muchos odios en su corazón, no se amaba ni a ella misma. Un día en una oración invocó la sangre de Cristo para que limpiara su corazón, descubrió el poder de la sangre porque pudo perdonar a una persona que le había hecho mucho daño y su interior se llenó de paz desde ese día.

TERCER DÍA

Aceptar el perdón de nuestros pecados.
1 Juan 1,7: «Pero si vivimos en la luz, así como Dios está en- la luz, entonces hay unión entre nosotros, y la sangre de su hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado».
Rocío cuenta que su vida era amargada porque se consideraba muy sucia, creía que Dios le juzgaba y no se acercaba al Sacramento de la Reconciliación porque se consideraba indigna, pero un día que leyó este versículo en la Biblia comprendió el gran amor de Dios y el poder que tiene la sangre de Jesús para sentirse perdonada y merecedora de las bendiciones de Dios. Después de llevar 25 años sin confesarse encontró descanso en su interior y fue liberada de muchas ataduras que impedían su progreso.


CUARTO DÍA
Descubrir el poder de la Sangre de Cristo.
Hebreos 9, 13-14: «Es verdad que la sangre de toros y chivos y las cenizas de la becerra que se quema en el altar, las cuales son rociadas sobre los que están impuros, tienen poder para consagrarlos y purificarlos por fuera. Pero si esto es así, ¡cuánto más poder tendrá la sangre de Cristo! Pues por medio del Espíritu Eterno, Cristo se ofreció así mismo a Dios como sacrificio sin mancha, y su sangre limpia nuestra conciencia de las obras que llevan a la muerte, para que podamos servir al Dios viviente».
Eloísa cuenta que una vez ella descubrió como la Sangre de Cristo tenía poder. Su esposo era un borracho todos los días llegaba a maltrataría, quería superarse y un predicador le aconsejó que cada vez que levantará la mano para pegarle invocara la sangre de Cristo y sucedió esa noche que vino a pegarle ella decía "Sangre de Cristo protégeme" y la manó de su esposo se devolvía hacia él pegándose a sí mismo, fue sorprendente y desde ese día nunca más volvió Efraín á pegarle. Desde ese día siempre ante un peligro digo: "Sangre de Cristo cúbreme". Y he sentido la protección divina.

QUINTO DÍA
Apocalipsis 5, 9: "Porque fuiste sacrificado; y derramando tu sangre compraste para Dios gentes de toda raza, lengua, pueblo y nación"
Apocalipsis 1, 5: «Y también de parte de Jesucristo, testigo fiel, que fue el primero en resucitar y tiene autoridad sobre los reyes de la tierra. Cristo nos ama, y nos ha librado de nuestros pecados derramando su sangre»
Claudia cuenta que no creía en el poder de la Sangre de Jesús, un día se encontró en un gran problema su esposo se fue con otra mujer y al comienzo se reveló con Dios, odiaba a su esposo y a la persona con quien vivía. Empezó a sellar con la Sangre de Cristo a la muchacha y a su esposo todos los días, al levantarse los cubría con la Sangre de Cristo y pocos meses   después   esa  relación  quedó destruida por el poder de la Sangre de Cristo y su esposo regresó a su hogar.


SEXTO DÍA
Acepta entrar en la bendición.
Hebreos 10, 19: «Por tanto, hermanos, ahora podemos entrar sin ningún temor en el santuario por medio dé la sangre de Jesucristo».
Alicia creía que sólo las personas santas podían disfrutar de las bendiciones de Dios, pero un día escuchó una predicación sobre la sangre de Cristo y descubrió que por la sangre de Jesús derramada en el calvario podía acercarse con confianza a Dios para conseguir bendiciones para su vida. En oración comenzó a dar gracias por la sangre de Jesús y toda su vida cambió, ya no sintió más miedo por la situación, aprendió a confiar en Dios y hoy testifica que aquellos problemas fueron solucionados a medida que repetía "gracias Jesús por la sangre que derramaste por mi salvación y liberación, tu sangre tiene poder".


SÉPTIMO DÍA
Aceptar que la Sangre del Cordero expulsa a Satanás de su vida, su negocio, su hogar etc.


Apocalipsis 12, 9-11: «Así que fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo. El y sus ángeles fueron lanzados a la tierra. Entonces oí una fuerte voz en el cielo que decía: Ya llegó la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Mesías; porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba delante de nuestro díos. Nuestros hermanos lo han vencido con la sangre derramada del Cordero y con el mensaje que ellos proel amaron: no tuvieron miedo ile perder la vida, sino que estuvieron dispuestos a morir».
Cuenta Rodolfo que en su casa había llegado la ruina, cada día las cosas iban de mal en peor. Empezó a hacer todos los días la oración de sellamiento que aparece en esta novena cada día se paraba a rezar esta oración en los distintos lugares de su casa y desapareció la ruina. Se acabaron en su hogar las peleas, llegó la paz, todos los que no tenían trabajo consiguieron trabajo, los electrodomésticos que se dañaban con frecuencia nunca más volvieron a molestar gracias al poder de la sangre de Cristo toda influencia del mal fue expulsada de mi hogar. Ahora asistimos a la parroquia y estamos comprometidos con la iglesia.


OCTAVO DÍA
Protegidos por la Sangre.

Hebreos 11, 28: «Por fe, Moisés celebró la Pascua y mandó rociar las puertas con sangre, para que el ángel de la muerte no tocara al hijo mayor de ningún israelita».

Éxodo 12, 13: «La sangre les servirá para que ustedes señalen las casas donde se encuentren. Y así, cuando yo hiera de muerte a los egipcios, ninguno de ustedes morirá, pues veré la sangre y pasaré de largo».

Nosotros tenemos la sangre de Jesús pero sólo unos pocos comprenden su valor. Son pocos los que saben utilizarla para protegerse a sí mismo y todas sus pertenencias, es como la persona que tiene un carro, pero si no lo sabe conducir nunca puede llegar a donde necesita ir es igual que tener un sistema de alarma, pero si no sabe como usarla esta no le proporcionan protección contra los ladrones.
Cuenta Rosmary que ella no sabia que la Sangre de Cristo protegía las cosas de las personas que sellaban con su sangre, un día se puso a pensar en este pasaje y reflexionó que si sólo con la sangre de un animal Dios protegió de la calamidad en Egipto a las personas que por le sellaron su casa con la sangre del cordero y el espíritu del mal no se acercó a esas casas cuanto más poder tiene la verdadera sangre de Jesús para protegernos de cualquier influencia del mal. Empezó todos los días a sellar con la Sangre de Cristo su negocio y las personas que trabajaban allí, para sorpresa las ventas aumentaron gradualmente y en la cuadra es el único negocio que permanece lleno.



NOVENO DÍA
Recibir la Eucaristía.
Mateo 26, 27-28: «Luego tomó en sus manos una copa y, habiendo dado gracias a Dios, se la pasó a ellos, diciendo: Beban todos ustedes de esta copa, porque esto es mi sangre, con la que se confirma el pacto, la cual es derramada en favor de muchos para perdón de sus pecados».
Nunca me imaginé el poder de la sangre de Jesús, él mismo en la última cena declaró que su sangre es derramada para bien de la humanidad. El mismo Jesús Instituye el Sacramento de la Eucaristía y cada vez que comulgamos estamos bebiendo la Sangre de Jesús.
Muchas personas piden el consejo de como   evitar   ser   contaminado   por influencia de brujerías, mi consejo es protéjase con la Eucaristía, si es posible todos los días y así ninguna fuerza del maligno podrá hacerle daño puesto que en la Eucaristía hay poder de sanación y liberación, es el mismo Jesús que se nos ofrece. Desde el Antiguo Testamento la sangre  siempre  ha  sido un  signo  de protección.   En   Egipto   Dios   le   dio instrucciones a Moisés como proteger a su pueblo le ordenó aplicar la sangre de un cordero sobre las puertas de la casa.
Cuentan que en una ciudad de Italia en el momento de la consagración un sacerdote dudó y ocurrió el gran milagro eucaristía) la hostia que tenía en sus manos se le convirtió en un pedazo de carne y el vino en sangre. Unos científicos le pidieron al Papa permiso hace poco  tiempo para analizar la sangre y encontraron que no existe persona alguna que tenga una sangre tan pura como esa.
Éxodo 12, 7: «Tomarán luego la sangre del animal y la untarán por todo el marco de la puerta de la casa donde coman el animal».
Y ellos pusieron físicamente la sangre sobre sus casas, pero vemos una vez más que el nuevo pacto es mejor que el antiguo. ¿Cómo aplicamos la sangre en nuestros hogares? Lo hacemos mediante la fe.
Sencillamente mediante una oración decimos aplico la sangre de Cristo en mi Vida, mi hogar, mi negocio etc. Si deseas vivir bajo la protección de la sangre de Cristo aplíquela donde consideres que debe ser protegido. Cristo pagó un alto precio para que nosotros seamos liberados y protegidos de todo mal y peligro.
1 Pedro 1, 18-19: «Pues Dios los ha salvado a ustedes de la vida sin sentido que heredaron de sus antepasados; y ustedes saben muy bien que el costo de esta salvación no se pagó con cosas corruptibles, como el oro o la plata, sino como la sangre preciosa de Cristo, que fue ofrecido en sacrificio como un cordero sin defecto ni mancha».